lunes, 22 de enero de 2018

¿Por qué meditamos?: Las etapas evolutivas del meditador.

Las personas normalmente nos acercamos a la práctica meditativa porque sufrimos. Son excepción los sujetos que se consideran felices, realizados y encuentran muy significativa su vida, y por lo tanto deciden dedicar un buen rato diario a sentarse a meditar. Ciertamente, ofrece cierta normalidad a la práctica meditativa, y humaniza a los meditadores, el hecho de hacernos conscientes de que es el sufrimiento (o la insatisfacción) el motor para meditar.

Cuando se han estudiado las metas del sujeto para meditar se ha observado que una variable fundamental  a tener en cuenta es el tiempo que lleva meditando. Las motivaciones relativas a las personas que comienzan a meditar no se parecen demasiado a las motivaciones que señalan las personas que continúan meditando ni a las motivaciones de las personas catalogadas como meditadores avanzados (sujetos con más de 10.000 horas de práctica meditativa).  

Atendiendo al sentido que le daba cada meditador a la práctica meditativa, Deane Shapiro (1992) llevó a cabo un estudio preliminar interesante en el cual analizaba la expectativa relativa a la práctica meditativa en los sujetos de investigación. El autor observó que en la medida que el meditador avanzaba en la práctica, la expectativa relativa a la misma también era susceptible de cambio. Distinguió tres fases dinámicas y con tendencia evolutiva en el camino del meditador y en relación directa con la expectativa: a) la fase de auto-regulación, b) la fase de auto-exploración y c) la fase de auto-liberación y servicio compasivo. Estudios recientes, incluida una investigación que llevamos a cabo en Baraka Instituto de Psicología en el año 2016, señalan conclusiones parecidas (Pepping et al., 2016; Vnuk, 2016). Analizaremos brevemente estas tres fases.
               



1.- Fase de Auto-regulación.

En la actualidad existen multitud de programas de 8 semanas de intervenciones basadas en mindfulness (IBM) o compasión. Esta suele ser la puerta de entrada a la meditación para gran parte de la población. Si bien es un tipo de meditación excesivamente centrada en la atención enfocada, no hay duda que estos tipos de programas ofrecen unos resultados clínicos interesantes tanto a nivel de intervención como de prevención, especialmente teniendo en cuenta el análisis coste-eficacia.

Estos programas de intervención cubren las necesidades de la mayoría de los participantes. Normalmente necesidades de los meditadores noveles suelen estar orientadas al alivio del estrés y a la reducción de cierta sintomatología relacionada con la salud mental, que se obtiene con la adquisición de habilidades de atención plena que ayudan a incrementar una regulación emocional funcional (ira, ansiedad y tristeza). Se da también un pequeño porcentaje de casos en los que el participante llega en mitad de una crisis existencial  en los que en su vida han sucedido una serie de acontecimientos (p. ej. rupturas sentimentales, problemas graves de salud…) y busca reestructurar su vida y su mente,  ya que los recursos que posee en la actualidad no le son suficientes. Es curioso comprobar que, actualmente, muy pocos sujetos  jóvenes comienzan la práctica de mindfulness por razones estrictamente espirituales/religiosas.


2.- Fase de auto-exploración o autoconocimiento.

¿Qué hago una vez finalizo un programa de 8 semanas? Esta suele ser una pregunta recurrente en personas que comienzan en la práctica meditativa. Si bien varían de una investigación a otra, los datos nos señalan que solamente un tercio de los asistentes a los programas de 8 semanas continúan con la práctica meditativa regular a los seis meses. La verdad es que el nivel de satisfacción con los programas de IBM suele ser alto, no obstante, la consecución de cierta adherencia para sostener la meditación en la cotidianidad es limitada.

Estos meditadores que continúan con la práctica meditativa regular más allá de los dos meses que dura un programa IBM refieren ciertas necesidades y objetivos más allá de los meramente centrados en la auto-regulación. Ya no les resulta suficiente conseguir cierta calma o reducir los niveles de reactividad, llega un momento que comprenden que el potencial de la meditación va mucho más allá de las habilidades mindfulness que habían entrenado en el programa IBM.

Esto supone la mayoría de las veces que entran en una fase de autoconocimiento y auto-exploración de la propia mente, en la que observan con perspicacia y paciencia varios procesos físico-mentales: cómo se genera  la insatisfacción continuamente tanto en ellos como en las personas que les rodean y cómo su mente reproduce mecánicamente ciertas temáticas de base neurótica y disfuncional (la mayoría de las personas repetimos unos pocos temas o problemas vitales a los que vuelve su mente una y otra vez).

En esta etapa de autoconocimiento la observación ecuánime de fenómenos físico-mentales más profundos y complejos toma el protagonismo. El análisis y la comprensión de cogniciones ocultas al estado de vigilia, sesgos cognitivos y creencias nucleares, ofrecen un salto cualitativo al meditador a la hora de comprender el funcionamiento de su mente. Este trabajo no es exclusivamente cognitivo, de hecho, parte de las redes de memoria asociadas a creencias nucleares ofrecen un correlato de base sensorial e interoceptiva.

Junto a ello, se comienza a entablar una comprensión del Yo más compleja y plural, este es el caldo de cultivo ideal para desarrollar la toma de conciencia de la multiplicidad del Yo o de las subpersonalidades que habitan nuestra mente, detectando el desarrollo biográfico de cada parte interna y la relación con el resto de partes.


3.- Fase de auto-liberación y servicio compasivo.

Sucede que cuando el meditador ya ha explorado de manera ecuánime y no-reactiva lo suficiente el funcionamiento de su propia mente y toma conciencia con cierta claridad del origen sufrimiento, en esa etapa, emerge un insight precioso en el que se da cuenta cómo en el resto de seres humanos la mente genera el sufrimiento de la misma manera que lo hace en la suya (aferrándose a lo agradable, evitando lo desagradable e ignorando lo neutro). Este es el nacimiento de la compasión genuina.

En esta etapa, si no emergen patologías espirituales (p. ej. inflación del ego), el meditador es probable que vivencie una apertura del corazón y una visión menos egocentrada de la vida que  tomará diferentes formas a nivel conductual (Dambrun & Ricard, 2011).


Conclusiones.

Si bien no deberíamos tomar las etapas evolutivas del meditador como compartimentos estancos o rígidos, si parece que el desarrollo de la práctica meditativa implica unos cambios de valores y una toma de conciencia de fenómenos mentales adecuada a cada etapa.

La evolución cronológica de cada meditador en las distintas etapas varía según factores bio-psico-sociales. Así, un meditador que tiene instalada la práctica en la fase de autoconocimiento puede experimentar una crisis vital (p. ej. divorcio) que le haga retomar la meditación como herramienta de autoregulación emocional para gestionar mejor la tristeza y la ira que le inunda.

La comprensión de esta perspectiva posee implicaciones pedagógicas en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la práctica meditativa, pudiendo adaptarse el instructor a las necesidades de cada meditador para poder personalizar el proceso.


David Alvear.
@AlvearMfs


Referencias:

DambrunDambrun M., Ricard M. (2011). Self-centeredness and selflessness: a theory of self-based psychological functioning and its consequences for happinessRev. Gen. Psychol. 15, 138–157

Pepping, C. A., Walters, B., Davis, P. J., & O’Donovan, A. (2016). Why Do People Practice Mindfulness? An Investigation into Reasons for Practicing Mindfulness Meditation. Mindfulness, 7(2), 542-547.

Shapiro, D. H. (1992). A preliminary study of long-term meditators: Goals, effects, religious orientation, cognitions. The Journal of Transpersonal Psychology, 24(1), 23
Vnuk, V. A. (2016). Motivations for meditating (Thesis). University of Arizona.

1 comentario:

  1. Gracias por la información. Me ayuda a entender lo que experimento en mi practica.
    Saludos.

    ResponderEliminar